¿Cuál es el secreto de su éxito? Imagino que para los fans de Café Quijano la pregunta ni siquiera tendrá sentido, pero hay que reconocer que la carrera meteórica de la banda de León es, cuando menos, notable y merece un análisis. Firmaron un contrato discográfico importante apenas dos años después de grabar su primera maqueta. Su segundo disco, 'La extraordinaria paradoja del sonido Quijano', los consolidó directamente como un referente de la música latina a nivel internacional; 'La Lola' sonaba en radios de decenas de países y vendieron una barbaridad de discos en España y el extranjero.

Todo esto ocurrió entre 1996, cuando presentaron la maqueta en su León natal, y 1999, el año de La Lola y del despegue definitivo. Llegaron entonces las colaboraciones con grandes, enormes, como Juan Carlos Calderón o Armando Manzanero, y las nominaciones a los Grammy Latinos, que no han parado de lloverles hasta hoy. Se han permitido incluso parar para desarrollar proyectos en solitario y retomar la actividad de Café Quijano sin casi despeinarse, volviendo a lo más alto de las listas de éxitos -ahora en iTunes- y a las giras con cartel de 'No hay entradas' allá por donde van.

Está claro que hay algo en los hermanos Quijano que les permite llegar a un público muy extenso y fiel, de edades y tendencias de lo más variopintas, y obtener al mismo tiempo el reconocimiento de la crítica y de la industria.

Intentando buscar razones que sumar a la mera calidad de sus composiciones, parece que hay una indefinición en su estilo que hace que prácticamente todo el mundo pueda identificarse con ellos. En lo musical, han colaborado tanto con Sabina como con Céline Dion (o con Taburete!); no se sabe bien si son pijos o canallas, si son muy españoles o muy latinos. Por sus letras no sabemos si son machistas o feministas o románticos, si son unos juerguistas superficiales o es que están de vuelta de todo y saben que la vida ya tal...

Tal vez simplemente han sabido encontrar su sitio, llenando un hueco que había quedado entre el bolero y el pop, con canciones que pueden escucharse, pero también cantarse en una parranda, como las de toda la vida, pero de ahora, y suyas.