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Bárbaro, una palabra poderosa, que puede llevarte a lo peor o a lo mejor

Gracias a la compañía Troysteatro, un veterano actor como es Juan Carlos Tacoronte se une a Miguel Ángel Batista (que soñaba trabajar con su compañero mientras que estudiaba la carrera hace 23 años) para hacer juntos, que no ser, ‘Bárbaros’. Una palabra que alberga muchos significados que se ven reflejados en esta comedia.

La conexión entre los dos actores está presente, se aprecia al verlos juntos en la calle y se nota en escena; parece que se conocen de toda la vida y que son amigos de muchos años, pero al final es solo la ilusión de estar juntos, lo que hace a este montaje tan especial.

 

Troysteatro es una de las compañías teatrales más antiguas de Tenerife, relacionada en un primer momento con el ámbito universitario, para promover las inquietudes escénicas de los alumnos, ha desarrollado en la actualidad dos vertientes, la del teatro amateur relacionada con la Universidad de La Laguna y la profesional convertida en empresa con la que renacen con dos proyectos en cartera: ‘Bárbaros’ y ¡qué hambre, qué sed, qué frío!

‘Bárbaros’ es una comedia de José Luis Alonso de Santos adaptada y dirigida por Pedro Ángel Martin, que trata en clave de humor problemas tan actuales como la crisis económica, la crisis de valores, la lucha de poderes o la obligatoriedad de cumplir normas.

Lagenda. - ¿Qué significa para ustedes este proyecto?

Juan Carlos Tacoronte.- Es un reto. Sí, es cierto que algunos textos se abordan desde todas las posibilidades habidas y por haber, pero en este caso, si sentimos que se tenía que hacer desde una verdad que debía de nacer en la gente que íbamos a participar en ese proyecto.

En cuanto a mi compañero, Miguel Ángel Batista, lo cierto, es que estamos tan cerca cuando trabajamos, que es siempre un reto y nunca sabemos cómo va a salir. Este proyecto me ha hecho crecer junto a un compañero que también crece en escena, y cuando él lo hace, crecemos los dos.

Miguel Ángel Batista.- Mis comienzos en el mundo del teatro fueron hace 23 años con el grupo Troysteatro, cuando estaba vinculado con la universidad de La Laguna. Yo tenía poca experiencia de subirme a un escenario y ellos me abrieron la puerta para trabajar con compañeros y compañeras que ya llevaban cierto bagaje. Cuando me llamó, ahora después de 23 años en esta profesión, Antonio Fumero, productor de la compañía, pues… siempre te llena de ilusión que cuenten contigo y se acuerden de ti.

Además poder estar en el escenario con el otro actor, “el partenaire”, Juan Carlos Tacoronte, es un orgullo. Mi historia con él viene de lejos. Cuando era estudiante de arte dramático, lo veía actuar con las compañías profesionales y siempre me pareció un actor muy cercano, que lleva una carga emocional verdadera, y siempre pensaba: ¡qué bueno intentar trabajar algún día con él!, y después de todos estos años se dio la oportunidad. Eso era un estímulo y una gratificación muy importante para aceptar este proyecto con los ‘Bárbaros’.

 ¡qué bueno trabajar algún día con él!, y después de todos estos años, salió la oportunidad

L.- Cuál es el mensaje de esta obra?

JC.- El mensaje filosófico es una manera de contar la vida, de esta manera, tragicómica, ¿no?. Están estos dos personajes que parece que esta cada uno en las antípodas, sus realidades personales, y al final, por una cosa o por otra, terminan encontrándose. Se puede ver en esos personajes la humanidad y la humanidad deformada, convertida en esas cosas sombrías de la condición humana.

MA.- Estamos hablando de una comedia, es decir, utilizamos la risa, no solo como divertimento sino, para a través del humor, hablar de una crisis económica, de la crisis de valores que sufre nuestra sociedad, el paro, los problemas sentimentales, la pobreza y la falta de horizontes que puede tener el ser humano y eso nos hace reírnos. Puede ser que el mensaje sea claro, pero cada espectador cogerá lo que crea conveniente de lo que sienta en el patio de butacas. Creo que es un mensaje actual, que llega perfectamente al público y que nos hace pensar en la situación que vivimos y si debemos comportarnos como “bárbaros” positivos o negativos. Nosotros tenemos la última palabra, para poder ser mejor personas o dejarnos llevar por una sociedad que muchas veces deja mucho que desear. Y luego está cuando ves situaciones que te hacen volver a creer en el ser humano.

 utilizamos la risa, no solo como divertimento sino para a través del humor hablar de una crisis económica, de la crisis de valores que sufre esta sociedad…

L.- ¿Cómo se sintieron al conocer al autor y a uno de los protagonistas iniciales?

JC.- Siempre es algo interesante o no, pero en este caso sí lo fue. Conocer a José Luis Alonso de Santos, que es una institución y un referente, fue un placer. Y a nuestro querido Yiyo, que hacía el papel que yo interpreto, fue genial porque ahora él está cerca, y es un gran actor e intuyo que un gran compañero, si la vida nos hace trabajar juntos, seguramente.

MA.- Conocer al autor, José Luis Alonso de Santos y que nos haya venido a visitar al Teatro Leal en La Laguna el año pasado, en febrero de 2020, antes de la pandemia… sentir su energía, el apoyo incondicional sobre esta pieza, sobre la compañía, sobre los actores que trabajamos en ella, te llena de satisfacción y mucho orgullo. Sobre todo, nos quedamos con la humildad que tiene este gran dramaturgo y gran director de escena. Y, tanto en el desayuno, como en la cena que tuvimos con él, vimos la perspectiva que tenía de esta obra, como mejorar y como retocar cosas que creía convenientes. Esos consejos que te puede dar un gran director de escena como es él, ha sido un gran orgullo el haber tenido esta oportunidad. Y luego con Yiyo Alonso, que es un actor madrileño que ahora vive en Tenerife y que encarnó originalmente el papel que ahora desempeña Juan Carlos Tacoronte, haberlo conocido, y la historia que hay detrás de él con este espectáculo, y que ahora él esté aquí, viviendo en Buzanada (pueblo natal de Juan Carlos Tacoronte) pues toda esa historia y toda esa magia alrededor de estas, vamos a llamarlo, coincidencias, son algo mágico que es para recordar y contar en un futuro. Siempre nos hemos sentido arropados tanto por Yiyo Alonso como por José Luis Alonso de Santos para seguir mejorando y creciendo con este espectáculo.

L.- ¿Qué le dirían al público para que, a pesar de la pandemia, vaya a verlos?

JC.- Hay un juego escénico en el que el público se siente alcanzado por la obra, porque todo el mundo hemos vivido el machaque de la vida, sentido que éramos pequeños, ínfimos; hemos tenido poder y lo hemos utilizado a veces bien, pero otras veces, no tan bien. El público que vaya a ver la obra va a pasar un rato jugoso, emocionante, se va a reír y se lo va a pasar bomba.

MA.- Les diría que no tengan miedo sobre todo con este tema de la pandemia, los espacios culturales son unos de los espacios que más están siguiendo un protocolo de seguridad y donde menos contagios ha habido en todo este proceso, y creo que es un momento para apoyar los espectáculos teatrales y sobre todo la cultura. Además de que al ser una comedia se lo pasen bien, también salgan con ese sentido de una reflexión, creo que la obra tiene ese mensaje claro, un mensaje de reflexión que si ponemos de nuestra parte podemos mejorar siempre, si vemos el lado positivo, de nuestra, de cómo apoyar, de ser mejores personas y asistir siempre a un acto cultural es de agradecer porque sales con esa sensación de haber aprovechado bien el tiempo.

El público que vaya a ver la obra va a pasar un rato jugoso, emocionante, se va a reír y se lo va a pasar bomba

L.- ¿Qué significa ser bárbaro? 

MA.- Es curioso el concepto “bárbaro” porque solo en una palabra, se puede tener dos significados o dos cuestiones diferentes. Todos conocemos la historia de que los bárbaros eran personas que arrasaban. Pero cuando te dicen ahora en nuestros tiempos, “eres un bárbaro”, es una palabra negativa, representa algo malo: cuando haces algo malo o cuando es algo que ocurre en nuestra sociedad, algo despectivo, vamos a llamarlo así; pero luego cuando tiene un don o algo que puede llevarse más allá de hacerlo bien es una cosa “bárbara”, una cosa positiva. Una palabra poderosa, que puede llevarte a lo peor o a lo mejor como persona. Un concepto que tiene muchas connotaciones.

JC.- Es destruir, el autor esta siempre apuntando en esa dirección. Es destruir la civilización, los espacios del encuentro, destruir los abrazos, la confianza, la belleza, eso es ser ‘bárbaro’.

L.- ¿Qué conclusiones sacan de las reacciones de los espectadores?

MA.- Han sido de lo más satisfactorias. Nos han llegado muchos mensajes de whatsapp de espectadores que han ido a ver una actuación de ‘Barbaros’. Otros nos cuentan al final de la representación cómo lo han vivido, cómo se han sentido, cómo se han emocionado o cómo se han reído y todo el trabajo que se ha realizado a través de Troysteatro, eso siempre te da las ganas de seguir creciendo con el proyecto. Por ahora, con las representaciones que hemos hecho, hemos salido bastante contentos, ha habido actuaciones maravillosas, otras no tantas, pero no con el espectador sino como actor, pero siempre el resultado final ha sido muy bueno, y eso para nosotros siempre es un motivo para seguir trabajando, mejorando, seguir buscando sensaciones, emociones y seguir creciendo en este artilugio que es la magia del teatro.

JC.- Pues depende, de repente te sorprenden porque en uno de los momentos de más humillación de los espectadores la gente de descojona, porque le parece cómico, de alguna manera todo esto es así, nunca sabes dónde van a reaccionar. Los actores tienen que estar uno para el otro, disfrutando en escena y las reacciones del público pues están ahí presentes de una manera libre. La risa siempre es la reacción más exteriorizada, pero hay otras que los actores presienten, sienten… esos silencios…, y en eso también nos apoyamos nosotros, porque sabemos que ahí se está fraguando algo.

La risa es la reacción más exteriorizada, pero hay otras que los actores presienten, sienten… esos silencios…, y en eso también nos apoyamos nosotros porque sabemos que ahí se está fraguando algo

L.- Y la última pregunta, a pesar de que la obra se escribió hace tiempo ¿pórque creen que sigue siendo de actualidad?

JC.- La obra es una adaptación, la nuestra se llama Bárbaros y habla de la barbarie, todas las formas de barbarie, en el mundo en el que vivimos se van convirtiendo en formas y en imágenes que unas nos parecen, efectivamente pura barbarie, pero después la forma de la barbarie se van como civilizando y van adoptando formas más humanizadas. En este caso la barbarie adquiere esas formas sutiles que se tamizan y se normalizan. Por eso la obra siempre va a estar vigente, porque desde que salimos de la cueva, pues siempre ha habido dos fuerzas, unas que construyen y otras que destruyen, la barbarie es siempre, destrucción.

MA.- Creo que la obra es muy actual, por lo que está pasando en nuestro mundo y, ahora, con el tema de la pandemia mucho más, como esta situación nos ha llevado a lo mejor como personas y a lo peor. Nosotros tomamos la decisión de qué camino tomar en cada momento. Y todo lo que se refiere al texto de José Luis Alonso de Santos pues creemos que ve reflejado en todo lo que está ocurriendo en cada rincón, en cada calle, en cada ciudad, en cada pueblo; en el sentido estricto de la palabra. Creo que con los años veremos que ocurre, que pasa, con todo este tema. Es un texto que cuando llegó a mis manos, me encantó y en una noche me lo leí, en 40 minutos y, me atrapó desde el primer momento hasta el último, por todas las circunstancias, por todas las acciones y como utiliza el absurdo y la comedia para indagar y tocar en todos los aspectos de la crisis de los valores, económicas y de horizontes.

De izq a dcha: Juan Carlos Tacoronte, Miguel Ángel Batista, Luis Martín, Lucía Clavijo, Antonio Fumero y Pedro Ángel Martín.