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Espacios naturales protegidos

En Tenerife, como en muchos rincones del mundo, hay lugares únicos que son dignos de estudiar y admirar. Su geología, su vegetación y su fauna es endémica, lo que hace de esos escenarios un atractivo destino para visitar, examinar y sobre todo disfrutar de lo que la isla nos ofrece. 

 

Sitio de Interés Científico de Los Acantilados de Isorana 

Su localización ocupa la desembocadura de un importante barranco de cumbre y sir­ve de lindero entre dos municipios del sur, Guía de Isora y Adeje y tiene una superficie de 24,1 hectáreas. 

El efecto erosivo del mar ha convertido el lugar en una zona de acantilados de 30 metros de altura y una longitud de 3 Km.


Monumento Natural de La Caldera del Rey

El Monumento Natural La Caldera del Rey tiene una superficie de 180,7 hectáreas y se encuentra en el municipio de Adeje

La Caldera del Rey constituye un elemento geomorfológico de gran singularidad, al ser una de las tres mejores muestras de volcanismo en Tenerife


Sitio de Interés Científico de La Caleta

Este lugar situado en Adeje, tiene una superficie de 78,3 hectáreas. El territorio se caracteriza por sus suaves pendientes y por el predominio de fenóme­nos erosivos marinos. La zona está surcada por una red simple de pequeños barrancos encajados y de corto recorrido.

Dentro de los límites del espacio encontramos acantilados marinos, playas, barran­cos, áreas agrícolas y lomas degradadas, donde las comunidades vegetales deben adaptarse a las condiciones de precipitación, insolación y elevada salinidad para de­sarrollarse en condiciones óptimas. 

En cuanto a la fauna, posee una riqueza con más de 30 especies de aves. El acantilado y sus proximidades son utilizados de forma fija por las aves para crear sus nidos, además de ser un lugar de tránsito migratorio.


Paisaje Protegido del Barranco de Erques

El Paisaje Protegido del Barranco de Erques es un entorno natural se encuentra entre el municipio de Guía de Isora y Adeje. 

Tiene una superficie de 237,9 hectáreas. El paraje se compone principalmente de plantas rupícolas, balos, tabaibas y pinos en las cotas altas. Además, destacan algunos yacimientos arqueológicos que se han descubierto, bancales de cultivo abandonados, algunas galerías y restos de antiguos. 


Reserva Natural Especial del Barranco del Infierno

La Reserva Natural del Barranco del Infierno es un espacio protegido de 1.843 hectáreas situado en el municipio de Adeje que se caracteriza por la presencia de profundos barrancos, de los cuales el más conocido es el barranco del Infierno, y otros accidentes orográficos como los roques del Conde, el de Imoque y el de Abinque.

Otros barrancos de la Reserva son el de las Torres, el del Agua, el del Hoyo, el de Chavor y el de Fañadé. La reserva limita con el Parque Natural de la Corona Forestal al norte y con el Paisaje Protegido de Ifonche al noreste.


Parque Natural de Corona Forestal

En este espacio se ubican las mejores muestras de pinar y vegetación de alta montaña. También se encuentran las cabeceras de buena parte de los barrancos que forman la red de drenaje del norte y sur de Tenerife, por lo que ejerce un destacadísimo papel en la captación de aguas y la conservación de suelos ante la erosión.

La fauna y flora cuentan con una altísima biodiversidad endémica entre la que se encuentran varias especies amenazadas y muchas protegidas por la legislación nacional y por convenios internacionales. La avifauna de pinar tiene en este lugar un magnífico refugio, contando con varios endemismos.

También existen elementos geomorfológicos destacados (barrancos, pitones, lavas recientes, etc.) y representativos de la geología insular, algunos de notoria singularidad. En conjunto constituye un espacio de excepcional belleza y valor paisajístico.   


Paisaje Protegido de Ifonche

El Paisaje Protegido de Ifonche tiene una superficie de 774,8 hectáreas. Este espacio se encuentra entre Vilaflor y Adeje.

Se puede destacar de este espacio el paisaje rural de caseríos dispersos, abundantes abancalados y gran belleza y armonía de conjunto, donde coexisten áreas transformadas por las actividades del hombre con pequeños reductos naturales.

El espacio está circundado por roques como los de Imoque, Los Brezos, etc., que proporcionan un marco escénico pintoresco a la zona. Linda en su límite norte con el parque natural de Corona Forestal y al oeste, con la reserva natural especial del Barranco del Infierno.    

  

Tenemos un gran privilegio al tener estos maravillosos lugares para visitar y siempre teniendo en cuenta que para conservarlos hay que cuidarlos con mucho mimo.