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El Tanque de Santa Cruz acogió por segundo año consecutivo un programa de actuaciones musicales y artísticas que sin rubor se puede llamar distinto y alternativo, un ciclo que es una rareza en sí mismo, tanto en continente como en contenido y que resulta tan atractivo como un mes de vacaciones. Una propuesta  participativa que debería durar todo el año y que abre de lleno el debate sobre la inexistencia de salas adecuadas para actuaciones en directo y de estabilidad para que artistas y público puedan encontrarse en condiciones. Foto: Juan Mare

El casiotone está vivo
Actuación de Spectrum. 8/10
por Io

Las cosas cambian, y que Spectrum haya pasado por Tenerife lo demuestra claramente. Quizás a mucha gente le suene mas familiar el nombre Spacemen3, el grupo cuya disolución dio vida a Spiritualized por un lado y a la nueva carrera musical de Peter Kember como Spectrum por el
otro. En esta ocasión Kember presentó una recopilación de los mejores cacharros (donde cacharros son Casiotones y pedales clásicos) de los 80 y primeros 90. Entre ellos sin duda destacaba un Casio PT-7, un bicho tan raro y inusual que probablemente habría parecido irreal hasta en un libro de W. Gibson.
Montó una sesión de estilo puramente drónico que en mi opinión se quedo algo corta, pero bien medida con lo que era el peculiar espacio ofrecido por el Keroxen10; parece que no todos los artistas que he visto pasar por allí tienen en consideración la acústica del lugar en la preparación de sus trabajos, algo que se hizo evidente con el transcurrir de los días y de las actuaciones.
Que esperar entonces de Keroxen11 ? Esto dependerá mucho del apoyo popular que reciba Keroxen10 y toda iniciativa de este tipo.


Desde dentro es diferente
Actuación de Mobbaa. 9/10
Por MundoCaco

Está claro, detrás de bambalinas la cosa es diferente, se siente y sobre todo se ve diferente. Si te sientas a ver un espectáculo ves solo a los artistas, pero ¿Y si eres el artista, cuántos ves?. En este caso no era yo quien cantaba, era Judit Mendoza, ni yo tocaba, era Juan Mora al bajo y contrabajo… es más ni el vestuario era mío, era de Nikka XxX.
Ayudando a estos artistas en los menesteres de producción y espectador de los espectadores pude disfrutar de un público que quedó abducido, que no pestañaba, apenas respiraba y que reaccionó justo al final de ‘Cigarrets’, alterada primero y luego tierna canción de una difusa en ese momento Russian Red. Luego esperarían el final del espectáculo para volver aplaudir con el gesto de ‘ganas de más’. Danza contemporánea, torrente de voz y música minimalista en una puesta en escena sencilla y directa, así fue.
Y claro, al final del espectáculo yo aplaudí, sí, a gente como Néstor Torrens visionario matemático que huele donde hay talento y da apoyo con los medios que dispone en cada momento, al público que pese a preferir habitualmente lo conocido se arriesga y le gusta sentirse descubridor de nuevos tesoros musicales y a Mobbaa por creer en su idea, defenderla y demostrar que si quieres de verdad, puedes.